
Apreciación Artística
Esta obra cautiva con su representación serena de un bosque otoñal junto a un río tranquilo. Los intensos rojos y dorados de las hojas crean un contraste vibrante con el azul verdoso del agua, generando una atmósfera de calma y frescura. Los árboles, con sus troncos moteados y firmes, guían la mirada a lo largo del curso del río, mientras la composición equilibra planos de color planos y detalles minuciosos con una ejecución delicada y estilizada.
La técnica, propia del ukiyo-e, destaca por su uso de colores planos y líneas claras, que transmiten tanto un sentido decorativo como una observación naturalista. La escena evoca la quietud de la naturaleza en otoño, invitando al espectador a sumergirse en un momento efímero capturado con sensibilidad. Este grabado es un homenaje a la belleza fugaz de las estaciones y a la maestría artística de su tiempo.