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Apreciación Artística
En esta exquisita obra, se puede sentir la energía fresca de la primavera capturada a través del sencillo pero profundo sujeto: un almendro en flor. La composición se centra en una rama cargada de delicadas flores de un suave color rosa que parecen danzar ante los vibrantes verdes y suaves azules del fondo; una representación evocadora de nuevos comienzos. Las pinceladas de Van Gogh son gruesas y expresivas, cada trazo presta textura y profundidad a las flores y la corteza; se siente casi como si el espectador pudiera extender la mano y tocar las flores, cuya fragilidad contrasta con la robusta rama que las sostiene.