Esta minuciosa ilustración en blanco y negro presenta una escena marítima fantástica donde un majestuoso velero, adornado con detalles ornamentales y coronas de flores, navega serenamente en primer plano frente a un paisaje urbano surrealista entre cañones gigantescos. Los acantilados escarpados se elevan a ambos lados, sus texturas lineales meticulosamente grabadas crean una verticalidad imponente que contrasta con la suavidad del agua. La vela luce un emblema heráldico rodeado de guirnaldas decorativas, sugiriendo un vínculo con un viaje noble o mítico. A bordo, un grupo animado de figuras se inclina hacia afuera, con vestimentas y poses dinámicas que evocan una narrativa rica, quizá una celebración o ritual.

La composición utiliza contrastes profundos de luces y sombras para aumentar el dramatismo y subrayar la grandiosidad tanto de las formas naturales como arquitectónicas. La ciudad distante, enclavada entre los enormes acantilados, presenta torres fantásticas que parecen esculpidas en la roca, desdibujando los límites entre la naturaleza y la creación humana. Las nubes arremolinadas añaden un aura mística, mientras que la técnica de grabado lineal precisa exhibe la extraordinaria habilidad del artista, invitando al espectador a seguir cada trazo y vibrar con la narrativa de este viaje onírico.