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Apreciación Artística
Esta grabado en madera transmite una calma rural japonesa otoñal, con casas de techo de paja tradicionales y la majestuosa silueta nevada del monte Fuji al fondo. La delicada línea y los suaves degradados capturan la serenidad de la vida cotidiana; un personaje se ocupa de las tareas en el porche, mientras los tonos ocres y el azul suave del cielo equilibran la escena. Se siente la melancolía de una estación que se desvanece, un instante entre tiempos antiguos y modernos. Creado en 1945, un año clave por el fin de la Segunda Guerra Mundial, la obra expresa un silencioso anhelo de paz y continuidad en tiempos turbulentos.