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Apreciación Artística
La obra presenta una escena serena, una instantánea de la vida cotidiana imbuida de una sensación de alegría tranquila. Dos figuras, probablemente los padres, atienden a un niño pequeño, tal vez dando sus primeros pasos, en un entorno rural tranquilo. La composición equilibra las figuras con elementos de la naturaleza, una cabaña desgastada con techo de paja y un gran y extenso pino que domina la parte superior de la composición. Las pinceladas son delicadas y expresivas, con el uso de aguada de tinta, lo que crea una calidad suave, casi etérea. La paleta es sencilla, basada en verdes apagados, marrones y un toque de rojo, lo que contribuye a la sensación de calidez y suave nostalgia.