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Apreciación Artística
Esta cautivadora pieza revela una visión fascinante de las serenas aguas de la laguna veneciana, iluminadas por la suave luz etérea que Claude Monet captura magistralmente. La silueta icónica de la ciudad emerge de una delicada neblina, donde las cúpulas y los campanarios asoman por la suave bruma; la atmósfera está viva con una vibrante tranquilidad. La pincelada de Monet dispersa colores de tal manera que evoca las cualidades siempre cambiantes de la luz, fundiendo susurros de lavanda, suaves rosas y suaves azules: una paleta reminiscentes de un sueño.