

Jenaro Pérez Villaamil
ES
60
Obras de Arte
1807 - 1854
Período de vida
Biografía del Artista
Jenaro Pérez Villaamil y d'Huguet (1807-1854) se erige como la figura principal de la pintura paisajista romántica española, un artista prolífico cuya obra capturó la esencia monumental y pintoresca de España y más allá. Nacido en Ferrol, Galicia, el 3 de febrero de 1807, la vida temprana de Villaamil estuvo entrelazada con actividades militares. Se matriculó en la academia militar de Santiago de Compostela, donde su padre enseñaba, y más tarde cursó estudios literarios en Madrid. Sin embargo, su trayectoria cambió drásticamente en 1823 cuando, tras luchar contra las tropas absolutistas y resultar herido, fue hecho prisionero de guerra en Cádiz. Fue aquí, en medio de la adversidad, donde sus inclinaciones artísticas comenzaron a florecer verdaderamente, llevándolo a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Cádiz y a embarcarse en una carrera que redefiniría la pintura de paisajes en España.
Los primeros años de la década de 1830 marcaron un período significativo de desarrollo y viajes para Pérez Villaamil. De 1830 a 1833, acompañado por su hermano Juan, también pintor, se aventuró a San Juan, Puerto Rico. Allí, emprendieron la decoración del Teatro Tapia, trabajando como escenógrafos y perfeccionando sus habilidades artísticas en un nuevo entorno. A su regreso a España en 1833, un encuentro fundamental en Sevilla con el renombrado pintor escocés David Roberts resultó transformador. Roberts, un maestro del estilo paisajista romántico británico, ejerció una influencia decisiva en Villaamil, moldeando su enfoque de la composición, la luz y la representación de la grandeza arquitectónica, un estilo que perseguiría apasionadamente durante el resto de su carrera.
Estableciéndose en Madrid en 1834, Pérez Villaamil se integró rápidamente en el vibrante ambiente artístico de la época romántica, y su talento obtuvo un reconocimiento creciente. Al año siguiente, en 1835, fue elegido miembro honorario de la prestigiosa Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en el campo de la pintura de paisajes. Participante activo en la vida cultural de la capital, fue uno de los fundadores del Liceo Artístico y Literario Español en 1837, donde más tarde ocupó importantes cargos docentes y administrativos. Su creciente prestigio se consolidó aún más en 1840 cuando fue nombrado pintor honorario de cámara de la reina Isabel II, produciendo espectaculares paisajes e interiores monumentales para la colección real.
El políticamente turbulento período de la Regencia del General Espartero (1840-1844) vio a Pérez Villaamil en un exilio autoimpuesto, principalmente en Francia y Bélgica, aparentemente por asuntos artísticos. Este período en el extranjero fue inmensamente productivo. Viajó extensamente por Europa, realizando encargos para soberanos y asociándose con figuras políticas y culturales clave. Crucialmente, fue durante este tiempo, en París (1842-1843), cuando publicó su obra magna, "España artística y monumental". Este libro lujosamente ilustrado, con litografías basadas en gran parte en sus propios dibujos con textos de Patricio de la Escosura, se convirtió en uno de los libros de viajes más bellos e influyentes del Romanticismo español, mostrando el patrimonio monumental de España. Su reconocimiento internacional creció, lo que le valió la Legión de Honor del rey Luis Felipe de Francia y lo convirtió en Caballero de la Orden de Leopoldo de Bélgica.
Tras su regreso a Madrid en 1844, después de la caída de Espartero, Pérez Villaamil retomó su destacado papel en el mundo del arte español. En 1845, fue nombrado Teniente Director y Profesor de Paisaje en la Real Academia de San Fernando, convirtiéndose más tarde en su director. Desde 1848, también enseñó pintura de paisajes en la Escuela Preparatoria de Ingenieros Civiles y Arquitectos. Su estilo artístico maduro se caracterizó por una cautivadora mezcla de fantasía y observación. A menudo inflaba la escala de los edificios para realzar su imponencia, empleando paletas cálidas, brillantes y de tonos dorados, y una atmósfera vaporosa que envolvía los objetos y suavizaba las distancias. Sus óleos, generalmente de tamaño pequeño a mediano, mostraban un dibujo fuerte y una vigorosa técnica de empaste. Magnífico acuarelista y dibujante fluido, sus bocetos destacaban por su elegancia y fuerza. Su obra recibió grandes elogios a nivel internacional, especialmente de Charles Baudelaire en el Salón de París de 1846.
La prolífica producción de Jenaro Pérez Villaamil, que abarca un vasto número de pinturas, acuarelas y bocetos, se centró principalmente en vistas panorámicas de monumentos, ciudades y paisajes naturales. No eran meros registros topográficos, sino que eran transformados por su imaginación romántica para lograr efectos espectaculares y grandiosos, imbuidos de un distintivo sentido decorativo. Sin embargo, conservaban una cualidad descriptiva aprendida de Roberts, capturando el espíritu del artista viajero. Hasta 1852, continuó viajando extensamente por España, buscando nuevas vistas. Lamentablemente, su brillante carrera se vio truncada por una enfermedad hepática, y murió en Madrid el 5 de junio de 1854, a la edad de cuarenta y siete años. Pérez Villaamil dejó un legado imborrable, iniciando el cultivo sistemático de la pintura de paisajes en España y consolidando su lugar como su más importante maestro romántico en el género.