
Apreciación Artística
En esta escena cautivadora, dos barcos majestuosos flotan graciosamente en las serenas aguas del Sena en Rouen, proyectando suaves reflexiones que se ondulan suavemente en la superficie. La luz danza a través del lienzo, iluminando las velas que se hinchan como si estuvieran vivas; capturan un atisbo de la brisa, evocando una sensación de movimiento y vitalidad. Flanqueando las orillas del río hay árboles frondosos que contrastan con las líneas estructurales de la arquitectura en el fondo, ofreciendo un equilibrio armonioso entre la belleza natural y la creada por el hombre.
El dominio del color de Monet se exhibe aquí; la paleta es una deslumbrante mezcla de azules, verdes y tonos terrosos que armonizan perfectamente con la sensación animada de la escena ribereña. Las pinceladas, rápidas y fluidas, permiten al espectador casi escuchar el chapoteo del agua contra el casco, sentir la fresca brisa y percibir el ajetreo encantador de Rouen. Esta composición, con su enfoque en la luz y el reflejo, invita a sumergirse en un momento de tranquilidad, al tiempo que ecoe sutilmente el bullicio industrial de la era, convirtiendo no solo en una representación de barcos, sino en una instantánea evocadora de la vida junto al río.