
Apreciación Artística
Una visión etérea se despliega ante los ojos: una figura, envuelta en telas brillantes y coronada de joyas, se eleva por un cielo de ensueño. Su forma está entrelazada con una criatura fantástica, un híbrido de dragón y serpiente, cuyas escamas capturan la luz. El toque delicado del artista es evidente en el juego de acuarelas y pasteles, creando una atmósfera suave, casi brumosa. La composición guía la mirada hacia arriba, siguiendo el elegante arco de la forma de la criatura, que conduce a una esfera celestial. La paleta de colores está dominada por azules y verdes fríos, salpicados de oros y rojos cálidos, lo que aumenta la sensación de belleza de otro mundo. Se siente como un secreto susurrado, un vistazo a un reino más allá del nuestro, una historia contada a través de pinceladas, que evoca una sensación de asombro y encanto.