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Apreciación Artística
La obra presenta un retrato tierno; un hombre con mirada apacible, capturado con la sutil elegancia del grafito sobre papel. Está sentado, con las manos entrelazadas, apoyado en una estructura lineal simple que evoca la sensación de un arcón o una mesa. El toque delicado del artista es evidente en los rasgos suavemente representados y el sutil sombreado que da profundidad al retrato. La barba del hombre y el ligero volante alrededor de su cuello sugieren una sensación de introspección reflexiva; parece sereno, capturado en un momento de tranquila contemplación. El enfoque minimalista, con sus líneas suaves y tonos discretos, permite al espectador conectar con el sujeto a un nivel personal, evocando una sensación de intimidad.