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Apreciación Artística
La pintura captura un momento sereno, un estudio de reposo. Una figura se reclina, bañada por una luz suave y etérea que insinúa la hora del día o un resplandor interno. La forma de la figura está representada con una calidad suave, casi de porcelana, que enfatiza la textura de la piel y las suaves curvas del cuerpo. La paleta de colores apagados, dominada por azules fríos y tonos de piel suaves, crea una sensación de tranquilidad. El sutil juego de luces y sombras sobre la forma de la figura le da un suave volumen a la pintura.