Esta vívida pintura captura la escena bulliciosa de una corrida de toros dividida en dos ruedos separados, llena de energía y tensión. A la izquierda, una pequeña plaza atestada alberga a un toro y dos toreros enfrascados en una dramática confrontación, mientras que en la derecha se observa un espacio más amplio con figuras adicionales, incluido un hombre a caballo, un toro que embiste y espectadores que se mezclan. La composición, dividida por una barrera arquitectónica llamativa, evoca una sensación de dualidad, resaltando atmósferas contrastantes dentro del mismo evento. La paleta de tonos tierra apagados, salpicada de rojo y azul, recrea el ambiente polvoriento y soleado. Cada figura está representada con pinceladas dinámicas que sugieren movimiento—el vaivén de la multitud, la embestida del toro y la tensión en las posturas de los toreros.