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Apreciación Artística
El drama explota ante nuestros ojos; un ballet caótico de humanos y bestias en combate mortal. La escena es un frenesí de movimiento; caballos encabritados, espadas que se agitan y el poder crudo del león, todo representado con un dominio magistral de la luz y la sombra. Las figuras, vestidas con tonos vibrantes que cortan los tonos terrosos del paisaje, se ven envueltas en la agonía de la violencia. Casi puedo oír el choque del acero, los gruñidos del león y los gritos de los cazadores. Es una escena brutal, pero innegablemente cautivadora.