
Apreciación Artística
La obra presenta un autorretrato, un primer plano que captura inmediatamente tu atención. La mirada de la artista es directa, firme; es una mirada que desafía y te atrae. Está rodeada de un exuberante follaje tropical, con grandes hojas que crean un fondo denso. Su rostro está enmarcado por una trenza oscura entrelazada con una vibrante cinta roja, que se repite en la cinta que delicadamente rodea su cuello. Un pequeño mono, casi un compañero, está sentado en su hombro, su pelaje oscuro contrasta con su piel pálida. La paleta de colores es rica y evocadora, los verdes y marrones del fondo resaltan la cinta roja vibrante de la artista y sus mejillas sonrosadas. Es una interacción de contrastes: luz y oscuridad, tranquilidad e intensidad, el mundo natural y el humano.