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Naturaleza muerta con mangos y una flor de hibisco

Apreciación Artística

Un vibrante tableau se despliega ante el espectador, una celebración de la abundancia tropical. Una mesa baja, de color crema, domina la escena, la superficie renderizada con pinceladas gruesas y texturizadas que dan la impresión de la luz solar acariciando suavemente la escena. En este escenario, una sinfonía de frutas ocupa el centro: mangos regordetes con sus matices variados de verde, naranja y toques de rojo, junto a una colección de otras frutas, posiblemente exóticas. La composición se siente íntima, invitando al espectador a acercarse y saborear los detalles.

A la derecha, una fruta grande, casi como una calabaza, y la dramática flor de hibisco añaden un toque aún más exótico, con sus pétalos carmesí en un contraste llamativo con el verde y el amarillo. Un delicado vaso se encuentra a un lado, reflejando la luz y agregando un toque de sofisticación. Es un festín para los ojos y una exploración sensorial. Casi se puede oler la dulce fragancia de las frutas, sentir el calor del sol y escuchar el suave zumbido de la tarde.

Naturaleza muerta con mangos y una flor de hibisco

Paul Gauguin

Creado:

1887

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Dimensiones:

4000 × 2800 px
470 × 325 mm

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