Volver a la galería

Apreciación Artística
Esta pintura evoca un apacible paisaje ribereño donde haces abundantes de cultivos cosechados están apilados ordenadamente en la orilla verde del río. La composición destaca por un conjunto vertical de grandes árboles sombreados a la izquierda, que enmarcan la serenidad del amplio cielo y la calma del agua a la derecha. La pincelada es suelta pero precisa, con una paleta apagada de verdes terrosos, ocres y delicados azules que transmiten una calma pastoral. La figura solitaria, probablemente un trabajador, se inclina suavemente en el campo, otorgando un relato sutil de la humilde labor humana en armonía con la naturaleza.