Esta serena estampa realizada en xilografía captura una escena costera tranquila, donde pequeñas islas salpican un mar en calma bajo un cielo vasto cubierto de nubes esponjosas. La composición se equilibra magistralmente con tres grupos principales de islas: un montículo arbolado en primer plano a la izquierda con un pequeño torii, islas centrales suavemente iluminadas y otras en el horizonte. Dos figuras en un pequeño bote de madera aportan un foco narrativo y una sensación de escala humana en medio de la grandeza natural.

La paleta de colores es rica pero sutil, con pasteles oníricos —azules, rosas y verdes— que evocan una atmósfera de atardecer o amanecer tranquilo. El agua refleja casi perfectamente las nubes y el cielo, añadiendo profundidad y serenidad. Esta obra ejemplifica el movimiento shin-hanga, que combina técnicas tradicionales del ukiyo-e con sensibilidades modernas en el diseño y los efectos de luz. Su meticulosa artesanía invita a detenerse y absorber la belleza silenciosa y contemplativa de este paisaje costero japonés del siglo XX.