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Apreciación Artística
El mar tempestuoso, representado con pinceladas dramáticas, casi abruma la pequeña barca en el centro de la escena. Dentro de ella, las figuras son sacudidas, con rostros marcados por el miedo y la desesperación, mientras que uno duerme plácidamente. El artista ha capturado magistralmente el poder crudo de la naturaleza; el agua turbulenta, representada en tonos de azules profundos y verdes, crea una palpable sensación de caos. El cielo oscuro y ominoso y las montañas distantes amplifican la sensación de fatalidad inminente. La luz, sin embargo, se enfoca en la figura central, creando un contraste convincente. La intensidad emocional se amplifica por el contraste entre las figuras asustadas y la figura dormida.
Cristo durmiendo durante la tempestad
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