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Apreciación Artística
La obra captura la belleza agreste de las Islas Sorlingas con un toque delicado. El artista emplea magistralmente la acuarela, creando una sensación de atmósfera y luz que baña la escena. La composición está equilibrada, atrayendo la mirada desde las dramáticas formaciones rocosas en primer plano, esculpidas por el mar implacable, hasta la isla distante con su faro, un faro de esperanza contra el vasto horizonte. La paleta de colores apagados, dominada por azules suaves, marrones y grises, evoca una sensación de tranquilidad, pero las texturas y el juego de luces sugieren el poder crudo del océano. Siento la fresca brisa marina y escucho los gritos de las gaviotas.