
Apreciación Artística
Esta serena estampa muestra un apacible paisaje lacustre dominado por una montaña imponente bañada por la cálida luz del amanecer o el atardecer. El pico, dibujado en suaves tonos rojos y rosados, se refleja de forma elegante en las aguas tranquilas, creando un efecto espejo que duplica su presencia visual. La vegetación frondosa en primer plano a la izquierda contrasta con la vasta extensión de cielo y agua en tonos azules. La composición está cuidadosamente equilibrada, con la verticalidad del pico suavizada por las franjas horizontales del agua y las colinas distantes. La técnica combina líneas finas con sutiles gradaciones de color, transmitiendo una atmósfera pacífica y vibrante a la vez. Esta obra, realizada en 1934, mezcla la estética tradicional del grabado japonés con un toque moderno en el uso del color y los detalles minimalistas, reflejando la perdurable belleza de la naturaleza dentro del movimiento shin-hanga.