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Apreciación Artística
Un bodegón se despliega ante nosotros, un tapiz de texturas y tonalidades meticulosamente representadas. La vista se dirige inmediatamente a la cesta rebosante de fruta, cuyas variadas formas y colores (el rubor del rojo, el verde esmeralda, el amarillo bañado por el sol) crean una fiesta visual. La pincelada del artista es evidente en el sutil juego de luces y sombras, dando a cada pieza una sensación de peso y volumen. La composición está bellamente equilibrada, con la fruta robusta en la cesta anclando la escena, mientras que las flores vibrantes en el jarrón se elevan hacia arriba, creando un contrapunto dinámico. El mantel blanco fresco y nítido de abajo acentúa aún más la calidez de la fruta y las flores.