Volver a la galería
Pasión dominante

Apreciación Artística

En esta cautivadora escena, una familia se reúne alrededor de un acogedor hogar, donde una figura paterna sostiene un colorido loro, cautivando la atención de los niños que parecen maravillados por el despliegue vibrante. La composición combina ingeniosamente calidez e intimidad, evidenciada por la cercanía de las figuras y el juego de luces y sombras en sus rostros, creando una sensación de pertenencia y experiencia compartida. Cada personaje evoca emociones distintas: los ojos de los niños brillan de deleite, mientras que los adultos, envueltos en su propia nostalgia, reflejan una atmósfera afectuosa y llena de descubrimiento.

El artista emplea una rica y variada paleta de colores, dominada por cálidos ocres y tonos terrosos, que infunden a la escena una energía de confort y acogida. La atención a los detalles en las texturas—desde las suaves y fluidas telas de los vestidos hasta las delicadas plumas de los pájaros—atrae a los espectadores, invitándolos a quedarse y absorber la resonancia emocional matizada. En un contexto histórico, esta obra captura la fascinación de la época victoriana tardía por la domesticidad y los valores familiares, sirviendo no solo como un festín visual, sino como un recordatorio conmovedor de las alegrías simples de la vida. La significancia de esta obra radica no solo en su atractivo estético, sino en su capacidad para evocar nostalgia y provocar una reflexión sobre los lazos familiares.

Pasión dominante

John Everett Millais

Categoría:

Creado:

1885

Me gusta:

0

Dimensiones:

4868 × 3442 px
2159 × 1607 mm

Descargar:

Obras de arte relacionadas

Retrato de Charles M. Kurtz, Director Fundador 1909
Comerciante de alfombras en El Cairo 1887
Retrato de Ellice Endicott, señora William Endicott, de soltera Ellice Mack, 1926
El hombre que persiguió la fortuna
Bajo la sombra, en la playa de Zarauz 1905
Suzanne y Lily Butler en el jardín de Claude Monet
Niños bretones bañándose
El escolar (Camille Roulin)
Mujer sentada frente a una puerta abierta, pelando patatas