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Apreciación Artística
Este cautivador lienzo atrae al espectador con sus suaves efectos atmosféricos creados por la experta técnica de pincel de Monet. Una paleta de colores dominada por suaves azules y blancos perlados nos sumerge en la escena; los colores se mezclan y fluyen juntos casi como el agua misma, creando una calidad onírica. Las formas del puente de Waterloo se elevan suavemente desde las aguas que fluyen, sus arcos casi desapareciendo en la niebla. La niebla que se acerca envuelve el paisaje urbano detrás de él, infundiendo un sentido de misterio y atractivo; el humo sale de las chimeneas en la distancia, en contraste con la luz resplandeciente que danza en la superficie del río.