Volver a la galería

Apreciación Artística
Esta obra de arte te transporta inmediatamente a un mundo de colores exuberantes y misterio. Las figuras, representadas con una gracia simple, casi ingenua, habitan un paisaje imbuido de una cualidad onírica. Los tonos audaces e innaturales del agua y el follaje crean una sensación de exotismo, insinuando una cultura y un entorno muy distintos al del propio artista. La composición se siente deliberadamente escenificada, como si capturara un momento fugaz de una narrativa sagrada.