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Apreciación Artística
Una evocadora representación de una escena costera serena, la obra invita al espectador a un mundo donde la tierra se encuentra con el mar. La pequeña casa rústica descansa sobre un collado cubierto de hierba, su cálido techo rojo contrasta maravillosamente con los fríos azules y verdes del océano que la rodea. La pincelada de Monet es enérgica pero tierna, capturando el sutil movimiento del agua y el suave vaivén de la vegetación costera. Casi se puede oír el suave susurro de las olas y sentir la brisa que seguramente acarició el paisaje.