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Apreciación Artística
El mar brilla bajo un cielo que parece guardar un secreto, la luz de una tarde tardía o de una mañana temprana. Barcos, con sus velas de un rosa sonrojado, salpican el agua, como sueños tomando forma. Las pinceladas del artista crean la ilusión del movimiento, el suave balanceo de los navíos, el juego de la luz sobre las olas.
Es un mundo de belleza tranquila, un momento capturado, que invita a la contemplación. Los colores son suaves, apagados, pero dicen mucho. Casi se puede oír el suave chapoteo del agua contra los barcos, los gritos distantes de las gaviotas, los susurros del viento entre el aparejo. Evoca una sensación de paz y soledad, una profunda conexión con el teatro sublime de la naturaleza.