Nos encontramos ante una escena sombría donde el agotamiento ha doblegado a los prisioneros. La composición destaca por un contraste dramático entre la oscuridad casi opresiva que ocupa la mitad superior y las figuras cansadas, encorvadas en primer plano. La figura agazapada en el fondo, con la mano en la cabeza, refleja desesperación profunda. Las rejas proyectan sombras geométricas que refuerzan la sensación de encierro, creando una atmósfera claustrofóbica.

La técnica del grabado en aguafuerte y aguatinta, con su paleta monocromática, enfatiza los claroscuros y la pesadez del sueño que vence al cuerpo. El trazo detallado destaca el desgaste de las ropas y el agotamiento de los rostros, transmitiendo un silencio doloroso. La inscripción “Las rinde el Sueño” subraya el tema: la rendición inevitable al sueño. En su contexto, forma parte de una serie que denuncia las condiciones brutales de la prisión en tiempos convulsos, siendo una poderosa crítica social y una obra maestra del arte expresivo.