
Apreciación Artística
Este evocador dibujo captura una escena mitológica con delicada precisión y una imaginación desbordante. Una figura alada, ricamente adornada con una armadura e intrincadas joyas, monta una criatura fantástica que combina características de un dragón y un león, con una cola enroscada semejante a una serpiente que se extiende detrás. La figura sostiene una flor con delicadeza, sugiriendo un momento de serena contemplación en medio del vuelo surrealista. La composición equilibra la forma dinámica y musculosa de la bestia con la calma y postura del ser humano, creando una tensión armoniosa.
Realizada principalmente en grafito suave sobre un fondo beige cálido, la obra emplea un sombreado sutil y líneas finas para evocar textura y profundidad, mientras que dos pequeñas estrellas doradas añaden un brillo místico que atrae la mirada hacia el tema celestial. El paisaje distante se esboza con líneas tenues y nebulosas, situando la escena en una atmósfera onírica. Esta obra refleja las tendencias simbolistas del siglo XIX, explorando el mito y el ámbito espiritual mediante una narrativa visual imaginativa que invita al espectador a volar más allá de la realidad hacia mundos de fantasía y maravilla.