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Apreciación Artística
Contemplar este grabado es como adentrarse en la cruda energía de una corrida de toros; resulta a la vez emocionante e inquietante. El artista ha capturado magistralmente la tensión, la anticipación del momento. El toro, oscuro y formidable, contrasta marcadamente con las figuras más claras de los toreros y espectadores. Casi puedo oír el rugido de la multitud, sentir el calor de la arena. Las figuras están dinámicamente posadas, atrapadas en medio del movimiento, sugiriendo el caos y la valentía inherentes al espectáculo.