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Apreciación Artística
Uno no puede evitar sentirse atraído por la cruda y visceral energía de esta obra; es como si hubiéramos tropezado con un momento arrancado del tejido de una realidad brutal. Las figuras están atrapadas en una lucha, sus cuerpos contorsionados, rostros grabados con una intensidad desesperada. El marcado contraste entre la luz y la sombra acentúa el drama, centrando nuestra mirada en la violencia y la agitación que parecen impregnar cada centímetro de la escena. Es una obra que resuena con una potente carga emocional, creando una atmósfera de miedo y vulnerabilidad, que quizás refleja la propia experiencia del artista con un mundo en crisis.