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Apreciación Artística
La escena irradia una energía cruda; las figuras están atrapadas en medio de una acción extenuante, casi violenta. Una figura corpulenta balancea un martillo enorme, a punto de golpear, con los músculos tensos por el esfuerzo. Otros dos, con los rostros oscurecidos, asisten en la tarea, sus cuerpos contorsionados en un ballet de trabajo. Las figuras están iluminadas contra un telón de fondo apagado, como si estuvieran iluminadas por el resplandor ardiente de la fragua. La composición, un estudio de contrastes, captura la cruda realidad de la vida industrial.