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Apreciación Artística
La escena se despliega con una luz suave y difusa, acariciando las voluminosas flores de los crisantemos. El artista emplea magistralmente una paleta apagada, dominada por blancos cremosos, carmesíes profundos y amarillos sutiles, todo ello anclado por los tonos sombríos de las figuras en primer plano. La composición es un estudio de contrastes; los delicados pétalos en capas de las flores contra la silueta estructurada de las mujeres y el follaje oscuro y amplio del fondo. Las pinceladas son suaves y sugerentes, creando una sensación de profundidad e invitando al espectador a casi respirar el aire perfumado de la exposición floral.