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Apreciación Artística
La obra captura la serena belleza de un lago de montaña, acunado entre picos imponentes. El artista utiliza magistralmente la acuarela, creando una atmósfera suave y etérea. La superficie del agua refleja los acantilados y el cielo circundantes, difuminando la línea entre la realidad y el reflejo. El juego de luces y sombras en las laderas de las montañas añade profundidad, atrayendo la mirada a la inmensidad del paisaje. Casi puedo sentir el aire fresco de la montaña y escuchar el suave chapoteo del agua contra la orilla.