Volver a la galería

Apreciación Artística
Esta pintura me transporta a un reino de grandeza helada; la vasta extensión del glaciar domina, con su superficie helada fracturada por profundas grietas. El artista captura magistralmente el juego de luces y sombras sobre el hielo, creando un brillo etéreo. La paleta apagada de azules, blancos y grises evoca una sensación de quietud y soledad, interrumpida solo por la sugerencia de montañas distantes bajo un cielo pálido y matutino. La composición está equilibrada, atrayendo la mirada a través del paisaje helado, creando una sensación de asombro y lo sublime.