
Apreciación Artística
La obra captura un momento sereno; parece estar cayendo una lluvia suave, suavizando el mundo en tonos apagados. Dos figuras, acompañadas por un niño resguardado por un paraguas, caminan por un sendero, sus formas se representan con trazos simples, casi caricaturescos. Sus figuras contrastan con la persona que toca la flauta en el balcón del segundo piso. El artista ha empleado magistralmente el uso del espacio negativo, particularmente en el cielo, para atraer la mirada hacia los sujetos principales, a la vez que evoca una sensación de inmensidad y tranquilidad. La pincelada es delicada, sugiriendo la naturaleza efímera de la lluvia y la luz suave que trae. La composición en sí misma es un juego de contrastes: la oscuridad del paraguas contra la luz de la casa, las figuras animadas de las personas contra la casa inmóvil, la verticalidad de la casa contra el movimiento horizontal en el camino.