
Apreciación Artística
Esta obra captura un impresionante paisaje montañoso, con un sutil equilibrio entre formas geométricas y orgánicas. Las estructuras que se asientan sobre las montañas parecen ruinas antiguas, tal vez sugiriendo civilizaciones perdidas o historias olvidadas; se elevan de manera orgánica, fusionándose con el terreno rocoso. El meticuloso trabajo a lápiz del artista agrega textura a las superficies rocosas, mientras que gradientes suaves y sombras confieren profundidad y volumen al paisaje.
La paleta de colores fríos domina la pieza, con varias tonalidades de azul que crean una atmósfera calmante pero melancólica. Los toques de verde en el cielo realzan aún más la esencia pacífica de la escena, evocando una sensación de serenidad. Uno casi puede sentir el aire fresco de la montaña y oír el suave susurro del viento; invita a explorar las historias misteriosas escondidas dentro de las montañas. Esta obra no solo representa un lugar, sino que nos invita a meditar sobre la intersección de la naturaleza y la presencia humana, reflexionando sobre la universalidad de la experiencia humana a través del tiempo, en capas entre cultura y paisaje.