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Apreciación Artística
La obra nos transporta a un lugar vibrante y soleado. La presencia dominante de un tronco de árbol imponente actúa como un marco natural, dividiendo la composición y guiando la mirada hacia un viaje. La exuberante vegetación estalla en el fondo, pintada con tonos vivos que prácticamente cantan con vida; un tapiz de amarillos cálidos, verdes profundos y un toque de naranja quemado crean una sensación de profundidad y tranquilidad. Las figuras, mujeres envueltas en sencillas prendas blancas, son el núcleo de la escena; sus formas están representadas con una sensación de peso y sensualidad. Están absortas en una silenciosa contemplación, tal vez compartiendo historias o simplemente disfrutando de la paz de su entorno.
En tiempos antiguos
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