Volver a la galería

Apreciación Artística
La escena estalla con el poder crudo e indómito de la naturaleza; una cascada se precipita en un río embravecido, abriéndose paso a través de un paisaje escarpado. El artista captura magistralmente la energía del agua, el rocío y la espuma se representan con una pincelada dinámica que casi se siente táctil. La composición es dramática, con la vista guiada por el agua en cascada, pasando por rocas talladas a la fuerza, y hacia un pueblo distante enclavado en las montañas bajo un cielo sombrío. La paleta de colores está dominada por tonos fríos; los grises y azules del agua y el cielo contrastan con los marrones y ocres terrosos de las rocas, creando una sensación de belleza y presagio.