
Apreciación Artística
La escena se despliega con una energía vibrante, una sinfonía de color que captura la luz brillante en el Cuerno de Oro. La técnica del artista, el puntillismo, está en plena exhibición: miles de diminutos puntos bailan juntos para formar el majestuoso paisaje urbano. El cielo se enciende con rosas, amarillos y naranjas, fundiéndose en los tonos pastel de las formas arquitectónicas que se alinean en el horizonte, con sus minaretes que se extienden hacia el cielo.
Debajo, el agua brilla con una variedad de azules y verdes, salpicada de barcos de varios tamaños, cuyas velas y remos añaden movimiento y vida a la composición. La mirada se dirige desde el primer plano, con sus bulliciosas embarcaciones, hacia el puente distante, y luego hacia la etérea ciudad en el fondo, creando una sensación de profundidad y grandeza. El efecto general es de puro deleite visual, un testimonio de la belleza del momento y una mirada a un mundo bañado en luz.