Este retrato cautiva con su representación íntima y vívida de una joven en perfil. El artista utiliza una pincelada rica y texturizada que aporta una profundidad realista a la figura, especialmente visible en los rizos de su cabello oscuro y las suaves líneas de su rostro. La prenda roja vibrante que viste contrasta de manera impactante con el fondo verde exuberante, creando una tensión dinámica que dirige la mirada hacia su expresión pensativa. El sutil juego de luces y sombras sobre su piel y la tela añade calidez y una sensación tangible, haciendo que el espectador casi sienta la presencia silenciosa de la modelo.

La composición es equilibrada y atractiva, con la figura colocada ligeramente a un lado sobre un fondo impresionista que sugiere follaje, insinuando un entorno al aire libre sin restar protagonismo a la figura. Esta elección realza el impacto emocional, evocando una sensación de contemplación tranquila o introspección. El uso del color es especialmente efectivo; la capa roja parece cobrar vida frente a los verdes más fríos, simbolizando vitalidad o pasión en medio de la calma. En conjunto, la pintura es un bello ejemplo de retrato que combina destreza técnica con resonancia emocional, invitando al espectador a imaginar la historia detrás de la mirada de la joven.