
Apreciación Artística
La escena se despliega con una cualidad suave, casi etérea. El artista emplea magistralmente el puntillismo, el lienzo vivo con diminutos y distintos puntos de color que se fusionan para formar una vista brumosa y atmosférica. El agua, una vasta extensión de reflejos brillantes, refleja el cielo arriba, difuminando las líneas entre los dos. Silueteadas contra la suave luz, un grupo de formas verticales, quizás mástiles o árboles altos, puntúan la escena, agregando un toque de definición lineal a la composición fluida.
A la izquierda, un pequeño grupo de figuras se encuentra al borde de un muelle, aparentemente observando la tranquila extensión. Al otro lado del agua, se alza una fábrica o edificio industrial, cuya presencia está marcada por una imponente chimenea que emite una columna de humo que se disuelve en el aire brumoso. El efecto general es de quietud y contemplación, una instantánea de un momento suspendido en el tiempo, capturada con un toque delicado y un ojo atento a los efectos de la luz y la atmósfera. Es como si el mundo mismo estuviera conteniendo la respiración.