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Apreciación Artística
La escena se despliega con una vibrante sensación de tranquilidad pastoral. El paisaje está representado en formas audaces y simplificadas, características del estilo del artista. Un pastor se encuentra contemplativo, su forma sólida contra el fondo. Tres cerdos, bañados en una cálida luz dorada, pastan pacíficamente cerca. La composición está enmarcada por colinas onduladas y un cielo sereno. La paleta de colores está dominada por verdes y marrones terrosos, salpicados por los tonos dorados de los cerdos y los azules suaves del atuendo del pastor. El uso de pinceladas amplias y perspectivas aplanadas por parte del artista realza el carácter directo y sin pretensiones de la obra de arte, creando una sensación de atemporalidad.