
Apreciación Artística
La escena se desarrolla con una intensidad tranquila: tres figuras sentadas al borde, contemplando una extensión de mar aparentemente infinita. La planitud de la composición, característica del estilo del artista, crea una sensación de quietud; el mar es un vasto plano ininterrumpido de verde, que se encuentra con un cielo de tonos apagados. Una figura está protegida por una sombrilla amarilla, que añade un toque de color y un toque de misterio. Las otras dos están bañadas por el sol, sus formas definidas por bloques de color simples y sólidos. El uso de colores atrevidos y formas simplificadas por parte del artista es llamativo.
Hay una sensación de ocio aquí, de un momento capturado en el tiempo, la espalda de las figuras vuelta hacia el espectador, invitándonos a compartir su contemplación. La composición está equilibrada, la línea del horizonte coloca el mar y el cielo casi perfectamente en el medio, invitando a la mirada a vagar; casi puedo oír el suave chapoteo de las olas y sentir la cálida brisa.