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Apreciación Artística
La obra te transporta de inmediato; es como si el cálido sol tahitiano estuviera golpeando directamente tu piel. Dos mujeres, con formas simplificadas pero poderosas, están sentadas en una orilla arenosa, la suave curva de la playa reflejando las suaves líneas de sus cuerpos. El artista utiliza magistralmente una paleta de tonos terrosos, con ricos rojos y blancos cremosos en sus ropas, contrastando con los verdes y azules apagados del fondo, sugiriendo el océano y el horizonte. La forma en que el artista captura la luz, cómo parece aferrarse a la piel y a la tela, es realmente notable.