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Apreciación Artística
Bañada en la suave luz decreciente del atardecer, esta escena captura un momento tranquilo en un histórico frente de agua. El cielo, una sinfonía de azules pastel y dorados cálidos, se encuentra con el agua centelleante, por donde pequeñas embarcaciones navegan con serenidad. La silueta de imponentes edificaciones se recorta en el horizonte, destacando una torre alta junto a barcos anclados. El pincel del artista aporta una delicada neblina al ambiente; los reflejos del sol moribundo titilan en el agua, invitando al espectador a una quietud introspectiva. El cuadro emana una calma envolvente, como si el tiempo se suavizara para dar espacio al apacible final del día.