
Apreciación Artística
Sumergida en el suave resplandor del crepúsculo, esta escena serena muestra una fila de árboles altos y delgados que se alzan tranquilamente a lo largo de la orilla de un río. La delicada luna creciente cuelga baja en el cielo que se desvanece, proyectando una luz plateada y suave que brilla en el agua calma abajo. La pincelada del artista adopta un estilo impresionista, con trazos sueltos y texturizados que mezclan tonos tierra y verdes apagados, evocando un momento de tranquilidad suspendido en el tiempo.
La composición dirige la vista a lo largo del tramo horizontal del río, donde los reflejos de los árboles duplican su presencia en el agua, creando un equilibrio armonioso entre cielo, tierra y agua. El sutil juego de luces y sombras invita a una contemplación silenciosa, despertando sentimientos de paz e introspección. Esta evocadora representación de la naturaleza habla de la belleza efímera del crepúsculo, un recordatorio íntimo de la calma que sigue al final del día.