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Apreciación Artística
La pintura me transporta a un tranquilo escenario ribereño en Martinica; el aire se siente pesado por la humedad. Una escena se desarrolla ante mí, donde dos figuras, quizás lugareños, conversan casualmente cerca de una tranquila masa de agua. El artista utiliza una paleta suave y apagada, con los tonos dominantes de azul y verde creando una sensación de serenidad. La luz moteada que se filtra a través de los árboles añade profundidad, y la pincelada sugiere una fluidez natural. La escena captura un momento de simple existencia, una pausa en el tiempo.