
Apreciación Artística
Esta impresionante xilografía captura vívidamente el monte Fuji bajo la suave luz del amanecer o atardecer, donde la cima resplandece con un tono rojizo-rosado contra un cielo azul sereno. La composición equilibra la monumentalidad y sombra de la montaña con el río tranquilo y serpenteante en primer plano, bordeado por bancos de arena y vegetación frondosa. La delicada gradación de colores —desde los azules profundos y verdes de las laderas hasta el rojo luminoso de la cima— transmite una sensación de tranquilidad y majestuosidad. La escena invita a una calma meditativa y evoca el suave murmullo del agua y el canto lejano de los pájaros.
El artista utiliza magistralmente técnicas tradicionales de xilografía japonesa, combinando detalles finos con amplias áreas de color que enfatizan la forma y la atmósfera más que el realismo minucioso. La obra refleja el movimiento shin-hanga que revitaliza la estética ukiyo-e con una sensibilidad moderna. Emocionalmente, provoca asombro y cercanía, mostrando el monte Fuji no solo como un símbolo geográfico, sino como una presencia espiritual, eterna y cambiante con la luz.