Volver a la galería

Apreciación Artística
Una sinfonía de vida se despliega ante nosotros; formas carnosas, casi anatómicas, estallan, con interiores ricos en tapices de rojos profundos y ocres. Son como pétalos colosales, o quizás, portales. La composición, una perspectiva de primer plano, nos sumerge directamente en este ecosistema vibrante. El artista emplea una mano delicada con el pincel, logrando sutiles gradaciones de luz y sombra, lo que confiere a la obra una sensación tierna y orgánica. La paleta es terrosa, arraigando al espectador, salpicada por el rostro solar con su tercer ojo, mirando al espectador desde el centro de anillos concéntricos.