
Apreciación Artística
En esta notable pintura, se despliega un momento histórico crucial: una escena tensa y vívida que representa la defensa de la fortaleza de Badzaz durante el tumultuoso conflicto de 1877. La composición guía la mirada a través de la muralla de la fortaleza, donde los soldados permanecen firmes y resilientes ante la presión, sus posturas transmitiendo la intensidad de la lucha. Cada figura está renderizada con un notable nivel de detalle; las texturas de sus uniformes y la aspereza de su entorno son palpables, casi permitiendo escuchar los ecos lejanos de la batalla: disparos, gritos y los sonidos de la supervivencia desesperada.
La paleta de colores es predominantemente terrosa, con matices apagados de marrón y gris que contrastan dramáticamente con el cielo azul claro y las montañas distantes. Estos tonos invitan a una sensación de gravedad, anclando al espectador en un momento cargado de significado histórico. La técnica de Lagorio muestra un uso magistral de la luz; crea una sensación de profundidad que hace que la escena se sienta viva. La tensión del momento es palpable; casi puedes sentir la respiración de los soldados, ver la tensión en sus brazos mientras se preparan para defender su terreno. Históricamente, la pieza conmemora un evento crucial durante la Guerra Ruso-Turca, donde la determinación y valentía de estos soldados se convirtió en un emblema de las luchas más amplias por el orgullo y la autonomía nacional, provocando tanto admiración como reflexión sobre el sacrificio frente a abrumadoras adversidades.